lunes, 31 de marzo de 2014

Trastorno Antisocial

Trastorno Antisocial

Incapacidad para adaptarse a las normas sociales que rigen la conducta de las personas en la adolescencia y la edad adulta. Prevalencia de 3% en hombres y 1% en mujeres, más frecuente en áreas urbanas vulnerables. Generalmente de familias numerosas. El inicio es antes de los 15 años, aunque las mujeres tienen los primeros síntomas antes de pubertad. Tiene una prevalencia en población de cárcel del 75%. 5 veces mayor entre familiares de primer grado de varones afectados.
Diagnóstico: pueden ser tranquilos y creíbles en la entrevista, pero adentro están tensos, hostiles, con irritabilidad y cólera (mascara de la conducta). Para el diagnóstico es necesaria la exploración neurológica, porque frecuentemente tienen alteraciones en el EEG y síntomas neurológicos leves de lesión cerebral mínima.
CLÍNICA: Parecen normales y agradables, pero su historial muestra funcionamiento inadecuado. Mentiras, delincuencia, huida de hogar, robos, peleas, abuso de drogas y actividades ilegales son típicas desde la niñez. No muestran ansiedad o depresión, pero hacen amenazas y quejas de suicidio frecuentes. Sin ideas delirantes, ni pensamiento irracional, con gran sentido de la realidad y buena inteligencia verbal (buen ejemplo de embaucador). Son muy manipuladores e involucran a otros en proyectos para obtener dinero fácil. No dicen la verdad y no se debe confiar en ellos. Promiscuidad, maltrato a otros, consumo de alcohol son frecuentes y no tienen remordimientos (sin conciencia).
Diagnóstico Diferencial. Se diferencia de conducta delictiva en que afecta varias áreas de la vida cotidiana. No está justificado el diagnóstico, si el trastorno antisocial es claramente secundario al abuso premórbido de alcohol u otras sustancias, o si otras patologías como retraso mental, esquizofrenia o manía pueden explicar los síntomas. Una vez aparecido evoluciona sin remisiones, con un máximo de conductas antisociales al final de la adolescencia. Son frecuentes en ellos trastornos depresivos, por abuso de alcohol y otras sustancias.

Tratamiento: Psicoterapia. Son accesibles si están inmovilizados (ej. Hospitalizados) y cuando se sienten entre iguales, aparece motivación por el cambio. Farmacológico. Para tratar incapacitantes (ansiedad, cólera y depresión), pero como abusan de SPA, hay que dar con cuidado. Antagonistas beta se han usado para disminuir la agresión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario